España es un país con una política complicada. Las grandes divisiones de raíces históricas, la ausencia de símbolos comunes, la difícil situación demográfica... ¿Cómo sacar algo en claro del futuro de nuestro país, contando con tantísimos factores? Podríamos comenzar hablando de la democracia española. Nuestra democracia funciona con el sufragio universal, lo que significa que toda persona que tenga la nacionalidad española puede votar. Con cada voto se puede apoyar a un partido político u otro, hasta ahí todo normal. Pero el sistema de elecciones nacional no funciona de forma proporcional a los votos. Como en otros muchos países, se utiliza una fórmula llamada la Ley D'Hondt, que pretende darle estabilidad a las instituciones. Esta ley determina como han de elegirse nuestros 350 diputados. Sólo porque un partido sea votado por un 50% de la población no significa que tendrá la mitad de diputados. En este sistema, los diputados son elegidos por las 50 provincias y las 2 ciuda...
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